BRECHA GENERACIONAL

Por: Ana Solis Maldonado

No solamente en nuestro tiempo, sino sea través de la historia ha habido, y sin duda seguirá habiendo, importantes desacuerdos entre padres e hijos, especialmente en la edad juvenil.

       Diversos estudios de la adolescencia han puesto en evidencia que los motivos de desacuerdo no han variado mucho en los últimos cien años. A pesar de todo, no hemos de olvidar que, aunque los motivos de discordia sean similares, los cambios sociales de nuestro tiempo han complicado aún más la relación paterno-filial.

         Es importante darnos cuenta en que se está fallando para poder contrarrestar la mala relación que existe entre padres e hijos y así mismo poder contrarrestarla, tomando en cuenta las siguientes estrategias que se concreta en dos pasos:
    1)   Reconocer la auténtica naturaleza de la “brecha generacional”. Varios estudios recientes sostienen que la brecha generacional, a pesar de que sea un hecho extendido y real, no es tan profunda como se la presenta a menudo en los medios de comunicación. Antes bien, se ha constatado que aun cuando los comportamientos de los adolescentes difieren significativamente de los de sis padres, los valores actitudes y creencias.

    El adolescente esta decidido a encontrar su propia identidad y para ello explotara diversas alternativas. Parece aceptar cualquier idea nueva que conoce, pero en realidad no desecha los valores aprendidos en la familia. Por tanto, si los padres entienden este hecho pueden ejercer mucha más tolerancia sobre la rebeldía o las locas ideas de sus hijos y más tarde se verán agradecidos por el resultado.

    2) Desarrollar un buen sistema de comunicación. Cuando sobreviene el desacuerdo, la comunicación el vital, mantener los canales de comunicación cerrados o abiertos. Eso depende del caso del adolescente, aunque se recomienda que siempre estén abiertos para cualquier posibilidad.

Libro: Para  Adolescentes y Padres 

de Julian Melgoza