El glorioso miedo del arte…
Cuando las artes se vuelven pesadillas.
La belleza del arte y el horror
del miedo, se unen en las manos de un maestro del arte Olivier de Sagazan, para sorprender y maravillar a las personas con
un estilo inigualable y que refleja la crudeza del mundo y de las personas.
Miedo, horror y desesperación…
Oliver nace en el Congo en 1959
aunque actualmente reside en Francia. Pintor, performance y sobre todo
escultor, Olivier nos deja una obra con una marcada obsesión por el horror y la
muerte. Y aunque todas sus obras artísticas se ven encaminadas a estos parámetros
escalofriantes, no dejan de generar un profundo sentimiento a lo oscuro, a lo
oculto, me atrevo a decir que hasta llega a generar un deseo de morbo hacia lo
inimaginable, sangre, sangre y más sangre.
¿No dicen que todo el arte es
bello? Claro, pero estamos en un mundo en donde lo que es bello es estético “perfecto”,
“lindo”, “bien hecho”, donde se es bello porque se es blanco o tienen ojos de
color, donde todo es color rosa, está bien hecho y no tiene ningún margen de
error. La belleza se vuelve inhumana, cruda y fea, y el miedo se vuelve un
pasatiempo emocional de las personas, diario y constante que se apodera del
cuerpo humano para dar paso a una horrible sociedad.
Oliver nos demuestra que “por más
feo” que se encuentre algo o alguien, la belleza interior es la que cuenta
realmente en este mundo. Todas sus obras nos demuestran esa parte que la
sociedad no quiere entender, nos lleva a pensar en lo que realmente se oculta
en ese capullo mal herido y mal confeccionado. “Hace que las personas vean con
el corazón y con la mente, no con la simpleza de los ojos”.
Las obras artísticas de Oliver están
hechas con materias ácidos, crudos, “feos”, materiales que lo que menos
reflejan es arte, podemos encontrar performance y esculturas con barro,
pintura, paja, metales, arcilla, todo para pulir la angustiosa belleza que
atormenta a las personas. ¿Quiere reflejar algo que ya es tan claro? ¿Por qué
la oscuridad da miedo? Tal vez la oscuridad ya se encuentra sumergida en lo
profundo de nuestro corazón, es solo que no sabemos mirar internamente, no
sabemos contemplar y analizar.
Durante más de 20 años, Olivier
de Sagazan ha desarrollado una práctica híbrida que integra la pintura, la
fotografía y la estructura como parte de su vida, el mismo personifica sus
obras de artes en sus performance y la verdad que sorprende ver la crudeza y la
rudeza con la que realiza sus obras de arte, da miedo, pero también te llena de
sentimientos contradictorios, de tristeza…
Tal vez esos años que trabajo
como doctor, le abrieron un nuevo panorama para ver al ser humano, para
descubrir el verdadero secreto de la vida, para alimentar su alma de verdad o
de oscuridad, lo inevitable es que sus obras de artes son magnificas y únicas en
su especie. El dilema con el que se encuentran las personas es ¿Imaginación
o Pesadilla?
A lo mejor lo único que quiere mostrar es la crisis que viven las personas...
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