viernes, 13 de septiembre de 2013

¿Por qué los hombres son infieles?


Por: Ithayetzi Cuz Ojeda

No quiero aturdirte con tanta información por ser hoy viernes 13 no!!Jaja, sólo quiero que captes este contenido, y me digas que opinas, así que échale un vistazo!!.

Comenzamos... 

Básicamente la mayoría de mujeres piensan que cuando su hombre se ha acostado con otra mujer es porque quizás ella ya no resulta tan atractiva para él y eso seguramente ha sido el motivo de su infidelidad. Y sobre todo las preguntas en cuestión de las mujeres serían “¿ya no soy lo suficientemente atractiva para él?”, “¿ya no me ama?” “¿en qué he fallado?”.

Sin embargo existen cosas muy ciertas en la mayoría de las infidelidades de los hombres. Para ellos, sexo no necesariamente va relacionado a amor ni necesariamente lo enfocan como una traición a su pareja o una falta de deseo hacia ella. Para la mayoría de ellos, hacerlo es una necesidad, increíble pero cierto.

 Para la mayoría de mujeres los hombres actúan como perros sin ofender a alguno. Ven a una mujer relativamente atractiva y ya querrán acostarse con ella. Sea por un tema cultural (a los hombres desde chicos se les ha metido a la cabeza la idea de que mientras con más mujeres se acuesten más hombres serán), sea por un tema orgánico, la infidelidad de los hombres ha sido un tema históricamente permitido o cuando menos tolerado tanto por los hombres (padres, amigos) como por la iglesia misma e incluso por las propias mujeres. Frases como “mi hijo es un Don Juan”, “Ya eres todo un Casanova”, son algunas de las frases que han alimentado esas creencias de macho conquistador y exitoso, muy por encima del amor romántico ¿Qué cosas no?...


Para una mujer, la infidelidad es sinónimo de ruptura del amor, para la mayoría de hombres simplemente es darse un gusto físico y reivindicar su condición de cazador conquistador y nada más.


Ahora no todos los hombres son infieles por los mismos motivos o las mismas circunstancias. Veamos algunos de esos motivos:

Hay muchos hombres que sea por su religión, su timidez o simplemente su machismo, ansían practicar ciertos juegos, roles o poses sexuales con su mujer pero no lo hacen, sea porque sienten que quizá la mujer los pueda ver como un degenerado sexual o al contrario porque quizá a su mujer le guste tanto que finalmente todo se le salga del control de sus manos y por incentivar su propio placer genere que otro hombre goce del mismo con su propia mujer. Entonces, ante eso, es mejor para ellos recurrir a otras mujeres. Recordemos además que en muchos hombres hay la visión de la esposa “Santa”, mujer muy honorable y venerable pero con la cual no debe hacerse ciertas cosas porque la pondrías al mismo nivel que una puta. 

¿Alguna vez has escuchado de un hombre la frase “mi mujer es una santa”?. Pues lo más probable es que lo sea tanto que no la humanice en la cama. El “mi esposa es una santa”, coloca a la mujer en un plano casi asexual (los santos no tienen o suelen reprimir sus deseos sexuales) y por tanto, con una santa, madre de mis hijos, no se practican ciertas cosas, aun no lo puedo creer que exista ¡Eso!

Ahora bien socialmente el hombre es visto y el mismo se reconoce e identifica como el conquistador y el cazador. Cuando a un hombre se le lanza un “piropo”, como: “qué guapo está”, y si esto se lo dice no su abuelita sino una mujer joven y atractiva, su ego de conquistador y cazador se le subirá por las nubes y sus antenas de galán conquistador se encenderán aún más. Si hay una estrategia casi infalible entre las vendedoras mujeres es echarle un piropo a un cliente. Este se sentirá tan halagado que muy probablemente compre así no necesite lo que compró. Tengo una amiga vendedora cuyo record de ventas era impresionante, pero curiosamente la mayoría de sus clientes eran hombres. Muchos hombres no se resisten ante los piropos de una mujer atractiva.

Hay ciertos hombres a los cuales ven que sus compañeros tienen sexo con varias mujeres y él se siente atrapado de hacer el amor con la misma persona. Y vaya que no es que estén insatisfechos necesariamente con su vida sexual de pareja, pero quisieran probar también nuevas experiencias porque su ser “conquistador” no se resigna a tener sexo con una sola.

 Hay otros hombres que son muy fieles y felices con sus parejas pero caen ante la tentación de una mujer que los provoca y como a pesar de ser felices y ser fieles tienen guardado su corazoncito de conquistador, caen en la tentación. Esto se acentúa porque mientras que con la pareja real hay un nivel de convivencia y por lo mismo, un nivel de stress propio de la convivencia misma, con la otra no, ella suele alabarlo y comprenderlo y ellos se sienten los niños embobados a los cuales al fin han encontrado a una mujer (cuasi una madre) que lo comprenda, lo mime y les de sexo. Y un hombre embobado es capaz de perderlo todo, incluido la cabeza y el dinero por una mujer que los embobe. Es el síndrome denominado “cholito” Prado, jugador de la selección peruana de fútbol, quien aparentemente tenía una convivencia feliz con su esposa hasta que apareció una bailarina de cumbia cuya forma de ser y apariencia física, le hizo perder la cabeza al borde de dejar todo, incluido matrimonio, por ella. Aquí hay que tener mucho cuidado pues en una relación de convivencia, tanto hombres como mujeres sufren un cuadro de stress elevado. No es fácil convivir con una pareja y llevar una relación totalmente armoniosa y sin problemas. Es muy fácil caer en la rutina tanto de labores como en lo sexual en la cama. Aquí es cuando a un hombre se le puede aparecer la tentación de otra mujer que lo “comprenda” y los haga sentirse los “machos conquistadores y útiles” que ellos sienten, han dejado de ser (esperen nomás a que esta otra mujer conviva con ellos y caiga también en la rutina para que vean como se le termina su fantasía).

 Hay otros hombres, los hombres “reprimidos”. Hombres con muchos deseos sexuales y que se enfrentan a una mujer para la cual, temporal o definitivamente, el sexo no está dentro de sus prioridades. Puede ser algo momentáneo, como estar enferma o estar en los últimos meses del embarazo o puede ser algo perpetuo, falta de deseo sexual. Lo cierto es que ante la falta de sexo, los hombres son propensos a sacar los pies del plato. Es sabido que una gran cantidad de infidelidades se dan cuando las mujeres están en los últimos meses del embarazo y hay la imposibilidad de tener relaciones sexuales. En este caso, el hombre ve su infidelidad como algo físicamente necesario y justificado pero, si es que le gusta los resultados, muy probablemente lo seguirá haciendo luego de restablecida la unión sexual con su pareja. En el caso de ser una mujer a la cual la actividad sexual no es lo más importante, el hombre lo hará y no se sentirá culpable, al contrario, si la mujer le pilla, él le reprochará el haberlo dejado abandonado, no importa la causa por la cual ella se muestre fría o indiferente en la cama, el siempre se lo reprochará a ella.

 Existen mujeres para las cuales, sea por su formación religiosa, sea por su formación familiar, sea porque le dan más prioridad al cuidado de sus hijos o sea porque simplemente su pareja ya no les es para ellas objeto de deseo, el sexo no es lo más importante para ellas. Pueden estar semanas o meses sin tener relaciones sexuales y no sentirse urgidas ni necesitadas. Por lo general brindan sexo a su pareja por compromiso más no por necesidad, deseo o por compenetración. Frente a ello, existe una cantidad de hombres que, siendo felices con sus parejas, caen a la tentación de acostarse con otras mujeres.

 Existe otro tipo de hombres que por su trabajo suelen viajar mucho y están muy poco tiempo con sus parejas y por ende, se sienten con la necesidad de “desfogar”. Son personas que pueden amar a sus parejas pero no soportan estar tanto tiempo sin sexo, por tanto buscan a alguna prostituta o buscan tener un encuentro sexual ocasional con alguna mujer del lugar en donde se ubiquen… total, ojos que no ven, corazón que no siente. Existen los que van a buscar a alguna prostituta o amante para encontrar consejo o consuelo frente a una esposa con la cual no se sienten comprendidos ni escuchados. 

 Para concluir, hay otros hombres que son los incorregibles. Nacieron polígamos y lo seguirán siendo por siempre salvo que por obra y gracia de un milagro,son los hombres que podrán estar casados porque así debe de ser y podrán “querer” y “amar” desde su óptica machista a su pareja, pero de ninguna manera van a dejar de ser polígamos, tener alguna amante o visitar alguna casa de cita o a alguna dama de compañía como quien se va al trabajo, porque para ellos hacerlo es parte de su fisiología de hombre y no ven nada de malo en ello, al contrario, están orgullosos. Su mujer es “la catedral” pero siempre es bueno tener “parroquias”, total, que levante la mano quien no ha sido infiel.


Preferiría no decir nada, pero la información lo dice todo, aunque las mujeres... ¿También seremos infieles, más listas para hacerlo, o seremos plenas a nuestro amor y pareja? Próximamente...

¡Pórtense mal pero háganla bien!



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Es bueno saber tu opinión. Gracias!