Un minuto de silencio…
Por: Sarai Leetch
Hace 12 años se esfumo la vida de
tres mil víctimas y más de seis mil viviendo atormentadas por el recuerdo de una
mañana catastrófica. Y qué decir de los familiares de aquellas personas
inocentes que se vieron involucradas en uno de los desastres más impactantes
del mundo, ¿Cómo aprender a vivir sin un ser querido? ¿Cómo aprender a vivir
con el recuerdo? ¿Se puede acaso vivir con miedo?
Una mañana normal como muchas otras
en los Estados Unidos, personas que se
despertaban con todo el ánimo de empezar un día magnifico, parejas discutiendo, padres de familias atareados con
sus hijos a un lado, caminando por las aceras, amas de casa dispuestas a empezar
con su trabajo domestico, que ya era hasta monótono, taxistas esperando algún
cliente en las paradas de las calles más transitadas, jefes molesto dirigiendo
a sus empleados en las actividades diarias, niños con esa sonrisa inocente en sus rostros
que te dicen que en el mundo vale más la felicidad que el dinero. Personas que
solo tuvieron la mala suerte de salir de viaje ese preciso “día”.
¿Quién diría que todo eso cambiaría en cuestión de minutos? ¿Cómo saber que en la humanidad existían personas
tan desquiciadas? ¿Podría la crueldad arruinar a tantas personas? ¿Tenían
derecho a caso de privar a las personas de sus vidas? ¿Era cuestión de suerte?
Tal vez, solo tal vez, eran los elegidos de morir ese día.
Solo bastaron tres aviones, tres lugares en donde estrellarlos, para matar
a tres mil personas y dejar a muchas más heridas. Es tan difícil creer que
siendo la especie capaz de razonar y pensar, puedan existir personas que
cometan tantas atrocidades.
A los atentados se les denomino inmediatamente
como, horrendos ataques terroristas,
por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, estos atentados fueron
caracterizados por el hecho de utilizar aviones comerciales como armamento.
Cuatro aviones de pasajeros
fueron secuestrados en ruta hacia el estado de California desde el Aeropuerto
Internacional de Boston, el Aeropuerto Internacional Washington-Dulles y el
Aeropuerto Internacional Libertad de Newark. Los cuatro aviones tenían como destino
el estado de California, los tres primeros aviones hacia Los Ángeles y el
último avión a San Francisco. Los dos primeros aviones impactaron contra las
Torres Gemelas del World Trade Center, el tercero contra el Pentágono, en el
Condado de Arlington, cerca a Washington DC, y el cuarto en campo abierto en
Shanksville, Pensilvania.
Aun con miedo, muchos de los
tripulantes de los vuelos pudieron llamar a familiares y amigos mediante sus teléfonos
celulares, ellos aun no imaginaban en que acabaría todo aquello. Al menos esas
personas pudieron decirle algo a las personas que querían, aun escucharon su
voz, una última vez.
Los sucesos se dieron de la
siguiente manera:
- 08.46.30: el vuelo 11 de American se incrusta por completo en la Torre Norte del World Trade Center (WTC).
- 09.02.59: el vuelo 175 de United embiste la Torre Sur del World Trade Center. El suceso es cubierto en directo por diversas cámaras de televisión que enfocaban a las Torres Gemelas a causa de la densa humareda que surgía de la Torre Norte.
- 09.37.46: el vuelo 77 de American se estrella contra el Pentágono.
- 09.59: se derrumba la Torre Sur.
- 10.03.11: el vuelo 93 de United cae en campo abierto en Shanksville, Pensilvania. Al parecer, se habría producido una lucha de la tripulación y los pasajeros con los secuestradores para retomar el control del aparato.
- 10.28: cae la Torre Norte.
- 17.25: se derrumba el edificio 7 de 47 pisos del World Trade Center.
Un acto terrorista que dejo un
miedo envolvente en los Estados Unidos, que dejo a hijos sin sus padres, a
padres sin hijos, a esposas (os) viudos (das), un recuerdo que se vive año con año, en donde los seres queridos
de las personas fallecidas se reúnen en la zona donde se vivió este desastroso
hecho.
Yo aun recuerdo a las personas
llorando con impotencia frente a cámaras
de televisión, periodistas amantes de su trabajo aventurándose por cubrir la
nota, bomberos gritando desesperados, corriendo de un lado a otro tratando de
salvar vidas, evacuando a las personas. Taxistas ayudando a personas heridas,
todos ellos con rostros de tristeza, de agonía, de desesperación, de miedo, de
frustración, llantos que te calaban el corazón, llantos que te provocaban el
propio.
Hoy 11 de septiembre de 2013,
pido un minuto de silencio por todas esas personas inocentes que se esfumaron
del mundo. Hoy quiero agradecer a todas aquellas personas también que ayudaron
a salvar muchas vidas. Hoy les digo a todas las victimas que se recuperaron,
que sigan luchando contra el peor recuerdo de sus vidas, que no se dejen
vencer. Hoy les brindo mi apoyo a todos los familiares que perdieron a sus
seres queridos.
Acontecimientos basados en la siguiente información:
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